La Fundación Spiritique es una iniciativa del cantante Sami Yusuf. De base sufista, patrocina y apoya proyectos e iniciativas basadas en la fe y en la relación entre religiones. Este colectivo tiene por objeto fomentar el diálogo y la amistad entre las principales religiones del mundo, a través de actividades artísticas e intelectuales y/o académicas. El planteamiento parte de la creencia de que las grandes religiones del mundo nos hablan de un mensaje espiritual y armónico que tiene el potencial para embellecer el mundo y crear la paz entre las personas.
La marca que se diseñó para la Fundación Spiritique simboliza esta búsqueda, creando una suerte de mandala, un camino luminoso hacia un centro espiritual, un viaje visual de transformación. Para llegar al resultado gráfico se debió transitar una búsqueda de equilibrio, para que las formas no se asociaran a una forma particular que remitiera a determinada religión. Fue interesante observar que, si sus líneas se apoyan ortogonalmente, su analogía es con la iconografía católica pero, al moverse solo cinco grados, los testeos ya neutralizaban esa conexión y permitían una mayor apertura de significados.
