La identidad visual del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica está formada por su nombre y una textura que se convierte en el elemento dinámico de los mensajes. El símbolo creado para el MAPO es un sol, respetando al que tradicionalmente representara al Movimiento, pero dotándolo de una diversidad de colores y de formas que ahora puede también ser interpretado como una flor llena de vida. Como complemento de la marca hay una guarda activa formada por una serie de figuras que narran relaciones armoniosas ideales entre personas, animales, vegetales, el medio ambiente y la producción, articulándose hasta el infinito en un mosaico continuo. Un mosaico que narra historias de respeto entre todos de sus componentes. Cada forma fue diseñada partiendo de una combinación de semillas y hojas, ayudando a la expresión del tema y a la vez conseguir, en conjunto, una mayor sintonía visual.
La guarda es quizás lo más interesante de la marca, porque es el que representa la filosofía de la organización y sus partes funcionan tanto en conjunto como de forma individual. Esta textura activa permite experimentar la vida orgánica, tal como lo propone el MAPO, ya que induce al lector a sumergirse en este mar de relaciones de símbolos creados.
