A partir de la transformación del histórico edificio victoriano en un restaurante moderno de Carrick-on-Shannon (Irlanda), se diseñó su marca. Se buscaba atraer nuevos clientes, en especial turistas y brindar, a todos, la sensación de entorno familiar. El restaurante se sitúa a orillas del río Shannon, en un puerto de amarras de botes y especialmente de remeros, por lo que el concepto que trabajé fue crear una fusión entre el remar y el comer, desde esta figura que representa a ambos. La marca asocia el momento en que los remeros se acercan al muelle, aunque también a una ensaladera. Fue cálidamente recibida. Victoria Hall completó su transformación satisfactoriamente convirtiéndose en un popular restaurante de cocina internacional, atrayendo a un gran número de clientes locales y de lugares remotos.